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May 07

La importancia de invertir en una buena silla

Una silla ergonómica en el trabajo aumenta la productividad. Trabajar en la postura correcta supone un mayor confort, esa mayor comodidad se convierte en energía y motivación.

La solución ideal para este problema se llama ERGONOMÍA la cuál se encarga de estudiar la influencia de las condiciones de trabajo en la productividad y su aplicación está diseñar productos y equipamiento con el objetivo de maximizar la productividad al reducir la fatiga, el estrés y el desconfort.

Tener una buena silla es lo más importante para cualquier persona que trabaja sentado ya que a largo plazo será una de las cosas que nuestra espalda y cuerpo no perdonará.

Las sillas de trabajo ergonómicas cuidan de nuestra salud. Dotar de una buena silla ergonómica para cada puesto de trabajo supone que cada minuto que el trabajador pase en la empresa rendirá mejor. Y no solo eso, sino que su salud mejorará y a largo plazo se evitaran enfermedades relacionadas con trabajos de oficina. Los periodos prolongados sin moverse o delante de una pantalla de un ordenador tienen un gran impacto en la salud.

Como elegir una silla ergonómica para trabajar. El primer paso es apostar por la calidad. La pieza más importante es sin duda el respaldo, debemos fijarnos en las formas ergonómicas y en la existencia o no de un soporte lumbar. Este elemento, asegura una óptima sujeción de la zona baja de la espalda puesto que es una zona de las más delicadas.

Ajustes. La segunda de las claves está en la cantidad y precisión de los ajustes que tenga la silla. Cuantos más ajustes mejor se adaptará a nuestra morfología, algo muy importante para poder lograr una óptima postura corporal.

Materiales. La tendencia en sillería ahora mismo es el respaldo en malla transpirable, material con muchas ventajas: resistencia, facilidad de limpieza, superior durabilidad, óptima ventilación.